Recompensas (en el Evangelio)


Mateo 10:40 El que os recibe a vosotros, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.

Mateo 10:41 El que recibe a un profeta como profeta, recibirá recompensa de profeta; y el que recibe a un justo como justo, recibirá recompensa de justo.

Mateo 10:42 Y cualquiera que como discípulo dé de beber aunque sólo sea un vaso de agua fría a uno de estos pequeños, en verdad os digo que no perderá su recompensa.

El ''vosotros'' se refiere a los discípulos del Señor. En primera instancia, alude a los que le escuchaban y le seguían, y muy especialmente a los apóstoles, de los cuales dos de ellos (Mateo y Juan) son los que escribieron dos evangelios. En el caso de Marcos (autor del tercer evangelio) que indudablemente no estaba entre los apóstoles, no importa mucho si fue discípulo de Cristo directo (como lo pensamos nosotros) o lo fue de Pedro (como afirman algunos) en tanto este si fue discípulo directo del Señor, en apariencia el más importante de ellos. El caso de Lucas -aunque no conoció al Señor en persona, ni fue parte de los doce- no puede caber duda que debe contárselo entre los discípulos (aunque no apóstol).

Recibimos a estos discípulos y apóstoles a través del testimonio que nos dejaron en sus evangelios. Al aceptar y creer en sus evangelios estamos recibiendo el mensaje que nos transmitieron de Nuestro Señor Jesucristo y, mediante ellos, recibimos al Señor y -al hacerlo- también recibimos al Dios Padre.

Esta recepción no es pasiva sino activa. Implica recibir y aceptar, lo que incluye cumplir y obedecer el mandato de Nuestro Señor Jesucristo.

Existe cierta controversia respecto del término ''pequeños'' de 10:42. No parece aludir a los niños como tales sino a una categoría de discípulos de menor rango o, quizás, a los discípulos noveles. En cualquier caso, todos comparados con Cristo somos ''pequeños''.

En cuanto a los que hoy se proclaman a sí mismos discípulos del Señor, hay que tener el cuidado que el mismo Jesús nos pidió que tuviéramos respecto de los falsos profetas que vienen a nosotros con pieles de cordero, pero que por dentro son lobos rapaces (Mateo 7:15-20).
Otros versículos que hablan de las recompensas:

(Mateo 25:29) Porque a todo el que tiene, más se le dará, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.





No hay comentarios.:

Publicar un comentario